¿Que dieta es la mejor?
Es muy complicado dar un respuesta ya que podríamos dedicar bastante tiempo a ver pros y contras de unas y otras tantas dietas que se han popularizado como la dieta de Atkins, el método del neurólogo francés (dietas a base de proteínas), la paleodieta (bajas en carbohidratos), la dieta de la zona o la de bajo índice glucémico (buscan un “equilibrio” entre los nutrientes) o incluso las hasta ahora siempre recomendadas pero cada vez más criticadas dietas bajas en grasa. Sin embargo, la cuestión se antoja mucho más sencilla.
A finales de julio Eric Rimm, profesor asociado en el departamento de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard presentó una conferencia que denominó “destruyendo las dietas populares para perder peso”. En ella, Rimm recalcó:
¿Existe una fórmula mágica para bajar de peso? Probablemente no
Del mismo modo dio una visión general de lo que sabemos científicamente sobre algunas de las dietas más populares. Por lo que respecta a las dieta bajas en grasas tan aclamadas en los últimos años, dijo: “Seguramente una dieta baja en grasa no es una opción viable para bajar de peso para la mayoría de personas.” Y es que recientes investigaciones que han seguido y estudiado la pérdida de peso con diferentes distribuciones de nutrientes, han acabado encontrando que aquellas alimentaciones pobres en grasa terminaban por no funcionar. De esto ya nos hicimos eco en Medciencia en “todas las calorías no son iguales” y si os interesa el asunto os recomiendo fervientemente que leáis la entrada.
Según Rimm, las investigaciones sobre dietas populares producen una moderada pérdida de peso, la reducción del colesterol y un aumento de la sensibilidad a la insulina con el cumplimiento moderado durante varios meses. Pero, sin embargo, destaca que cuando los participantes son seguidos en el curso de un año, el cumplimiento suele ir desapareciendo y gran parte del peso se empieza a recuperar. De hecho comenta que en algunos estudios se ha encontrado que las mujeres que hicieron dieta para adelgazar, al cabo de un año acabaron con el mismo peso que las mujeres del grupos control que no modificaron su dieta.
Así, como os comentaba al principio del post, la respuesta a la pregunta de qué tipo de dieta es la mejor para perder peso es mucho más sencilla que un extensísimo debate sobre virtudes e inconvenientes de cada tipo de dieta. Y es que, como afirma Eric Rimm “no existe la dieta perfecta”. La composición de los macronutrientes no parece tan importante, sobre todo cuando muchas dietas incluyen opciones saludables como frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, pescados, carnes y similares, sólo que en diferentes proporciones.
Siendo así, lo que sí que se presenta como una característica esencial es la facilidad de adhesión a la dieta por cada persona. En este aspecto hay que recordar que por muy perfecta y equilibrada que sea una dieta, si a la persona encargada de seguirla le cuesta adherirse a ella, acabará por no cumplirla.
De esta forma, ante la pregunta ¿cuál es la mejor dieta? La respuesta debe ser: aquella que te permita su cumplimiento.
Para finalizar, os dejamos algunos de los consejos que propone el profesor Rimm para una pérdida de peso exitosa :
Adapta tu alimentación:las dietas adaptadas a las preferencias personales y culturales son más fáciles de seguir a largo plazo.
Busca apoyo: un asesoramiento dietético-nutricional por parte de un especialista debidamente cualificado te ayudará a lograr y mantener la pérdida de peso deseada.
Come una gran variedad de alimentos: incluyendo frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos.
Prioriza los alimentos frescos: mantente alejado de los alimentos procesados.
Grasas: no todas son iguales. Reemplaza las grasas no saludables, como las grasas trans y aceites vegetales parcialmente hidrogenados por grasas saludables, como el aceite de oliva virgen, aguacate o frutos secos crudos. Revisa las etiquetas nutricionales en los productos que compras para cerciorarte de la calidad de las grasas utilizadas.
Pescado: si es posible, trata de comer al menos dos porciones de pescado por semana o considera tomar suplementos de aceite de pescado para obtener los ácidos grasos omega 3 necesarios.
Alcohol: algunos estudios han demostrado que el consumo moderado de alcohol puede tener ciertos beneficios para la salud. Sin embargo, la decisión de beber alcohol o no, es una decisión personal y siempre debe evitarse un consumo excesivo. Más de una copa de vino o una cerveza puede mermar la pérdida de peso.
Cristian Martínez
Nutricionista Ciclismo